¿Cuál es el mejor tipo de prueba de COVID-19?
Based on Science
Algunas pruebas son las mejores para diagnosticar infecciones actuales por COVID-19, mientras que otras pueden identificar infecciones pasadas. Otras son más adecuadas para detectar el virus en las personas para que éstas puedan participar en actividades o para rastrear brotes en una comunidad.
Last update September 2, 2020
Hay muchos tipos de pruebas de COVID-19.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos ha aprobado varios cientos de pruebas de COVID-19 para su uso en personas individuales. Cada una es ligeramente diferente, pero la mayoría se agrupan en unas pocas categorías.
El primer tipo busca material genético (ARN) del nuevo coronavirus. Estas pruebas frecuentemente se denominan pruebas moleculares o basadas en ácidos nucleicos y:
por lo general, son las más precisas para diagnosticar infecciones por COVID-19 actuales o recientes.
Normalmente las realiza un profesional capacitado y se envían a un laboratorio para su procesamiento.
Proporcionan resultados en pocas horas o pocos días.
Cuestan más que otras pruebas (aunque el gobierno o su seguro de salud suelen cubrir el costo).
La prueba genética más común utiliza un método llamado reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa (reverse transcription polymerase chain reaction, RT-PCR). En este momento, este método se considera el “estándar de oro” para diagnosticar el COVID-19, pero los científicos están estudiando si otros métodos pueden ser igualmente precisos. Una desventaja de la RT-PCR es que una persona puede dar positivo en la prueba después de que se haya recuperado y ya no tenga una infección activa, pero aún tenga partes inactivas (muertas) del virus en su cuerpo.
El segundo tipo busca proteínas (antígenos) del nuevo coronavirus. Estas pruebas de antígenos:
generalmente son menos precisas para diagnosticar el COVID-19. (En particular, muchas tienen una tasa más alta de falsos negativos, o sea cuando alguien obtiene un resultado negativo en la prueba pero, en realidad, tiene COVID-19).
Proporcionan resultados en pocos minutos.
Son menos costosas que las pruebas genéticas (pero es posible que su seguro o el gobierno no las cubran).
Otro tipo de prueba busca anticuerpos que su cuerpo produce cuando tiene COVID-19. Pruebas de anticuerpos:
No se pueden utilizar para diagnosticar infecciones actuales por COVID-19.
Le dicen si tuvo COVID-19 en el pasado.
Son útiles para ayudar a los funcionarios de salud pública a rastrear brotes.
Cuál prueba es la “mejor” depende de la situación
Las personas se hacen pruebas por muchos motivos diferentes. Por ejemplo:
Si está infectado, saber que tiene COVID-19 puede ayudarle a recibir tratamiento y recuperarse si tiene síntomas y le permite saber que puede ser contagioso y debe quedarse en su casa y aislarse.
Si se expone al COVID-19, hacerse la prueba puede ayudarle a detectar una infección de forma temprana.
Es posible que le exijan que se haga una prueba si piensa someterse a un procedimiento en un hospital o viajar.
Si participa en actividades que lo ponen en contacto cercano con otras personas (como vivir en una residencia estudiantil o practicar deportes), es posible que le pidan que se haga una prueba para ayudar a prevenir brotes.
Las pruebas de antígenos son muy adecuadas para detectar el virus en las personas para realizar determinadas actividades o para averiguar cuán común es el COVID-19 en una comunidad. Si bien son menos precisas que las pruebas genéticas, son más económicas, más rápidas y más fáciles de usar. Esto las hace más prácticas para detectar el virus en muchas personas y encontrar brotes rápidamente.
Las pruebas de anticuerpos pueden ayudar a los investigadores a rastrear brotes y estudiar tratamientos y vacunas.
Las pruebas son clave para combatir la pandemia de COVID-19.
Las pruebas pueden ayudar a las personas a detectar una infección por COVID-19 rápidamente y evitar transmitirla a otras personas. Las pruebas también ayudan a los encargados de tomar decisiones a prevenir y controlar brotes en escuelas, lugares de trabajo y comunidades.
Además de realizar pruebas a las personas, las comunidades y los funcionarios de salud pública pueden realizar pruebas agrupadas, por ejemplo, analizar la sangre de muchas personas a la vez o analizar las aguas residuales. Encontrar evidencia del virus a partir de pruebas agrupadas permite a los funcionarios saber que el virus está presente en la población de un lugar específico.
Además de las pruebas, es importante prevenir la propagación del COVID-19 de la siguiente manera:
Mejorar la ventilación en espacios interiores.
Quedarse en casa si está enfermo.
