En las dos décadas pasadas, se ha logrado un progreso sin precedentes en la ciencia de los derrames de petróleo, gracias a el financiamiento dedicado disponible durante un período de 10 años después del derrame de DWH. Las tecnologías de prevención de derrames de petróleo y control de fuentes han mejorado de manera drástica. Los avances en la prevención de explosiones, el uso del concepto de herramientas de respuesta y el desarrollo de herramientas de evaluación de riesgos son algunos ejemplos de operaciones de respuesta más eficaces, eficientes e integrales.
También se han logrado grandes avances en la ciencia de los procesos y reacciones físicos, químicos y biológicos que influyen en el destino del petróleo en el medioambiente marino. La comprensión de los efectos agudos y crónicos de la contaminación por petróleo en los ecosistemas marinos y estuarinos es otra área de desarrollo significativo, lo que incluye nuevos escenarios de exposición, mecanismos de acción de la toxicidad, modificadores medioambientales de la toxicidad, nuevos hábitats y especies afectadas, implicaciones a largo plazo de los derrames de petróleo y efectos de los vertidos
FUENTE DE LA IMAGEN: Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
de petróleo en la salud humana. Para continuar con este progreso, el comité de autores del informe identificó una serie de temas comunes para el avance de la ciencia sobre los derrames de petróleo.
La ciencia sobre los derrames de petróleo se ha visto obstaculizada por un ciclo de financiamiento fluctuante y, en consecuencia, la incapacidad de mantener la investigación y el conocimiento científicos. Se necesita un financiamiento más sostenido para apoyar proyectos de investigación multidisciplinarios que aborden las brechas de conocimiento actuales y los requisitos regulativos nuevos y mejoren las capacidades de respuesta.
Un ejemplo del tipo de financiamiento sostenido necesario proviene de la Iniciativa de Investigación del golfo de México, un programa de 10 años iniciado después del derrame de petróleo de DWH. El programa dio como resultado una producción extraordinaria de investigación tanto específica de la disciplina como multidisciplinaria al financiar una combinación de ciencia de campo, laboratorio, mesocosmos e instalaciones de prueba y modelos relacionados.
Un ecosistema saludable incluye a las personas que trabajan, viven y se recrean a lo largo de sus costas, así como la sostenibilidad de los recursos marinos, como los alimentos, la energía y el transporte. Las agencias gubernamentales involucradas en la respuesta ante derrames de petróleo deben priorizar y prestar mayor atención a los efectos mentales y conductuales individuales y comunitarios, así como a las perturbaciones socioeconómicas de la comunidad, en la toma de decisiones y los procesos de respuesta del ICS.
La investigación sobre derrames de petróleo, por lo general, se realiza en un laboratorio o tanque de prueba, que no puede simular todas las complejidades y la variabilidad de las condiciones de campo. Se deben planificar, permitir y financiar ensayos de campo controlados en el sitio con petróleo real para incorporar la investigación multidisciplinaria centrada en procesos importantes, así como técnicas de respuesta que no se adaptan con precisión a las condiciones en el sitio a partir de experimentos in vitro o fuera del sitio.
El tráfico marítimo en aguas árticas está aumentando con la disminución estacional de la capa de hielo, y es posible que aumente la producción de petróleo en alta mar en el Ártico (consulte la figura 2). Experimentos de campo en Noruega, Canadá, Alaska, Svalbard y Groenlandia han revelado procesos complejos que afectan el petróleo en entornos árticos, pero utilizar esta información en el modelado o la respuesta requiere trabajo adicional. Se necesita un esfuerzo concertado para recopilar información sobre el destino del petróleo en los ecosistemas marinos del Ártico.
En 2020 entraron en vigor los nuevos requisitos de LSFO para el transporte marítimo, pero los estudios sobre estos petróleos son bastante limitados. El Gobierno debería financiar la investigación sobre la composición, la toxicidad y el comportamiento de los nuevos tipos de combustibles marinos (p. ej., LSFO, VLSFO, biocombustibles) y productos derivados del petróleo (p. ej., bituminosos diluidos) para comprender su destino y sus efectos y planificar y ejecutar las operaciones de respuesta de la manera más eficaz para reducir los impactos.
La falta de datos previos al derrame sobre factores como la oceanografía física, las especies críticas y los procesos biogeoquímicos dificulta la comparación con las observaciones posteriores al derrame y la evaluación de la remediación. Es necesario revisar cómo recopilar, poner a disposición y archivar de la manera más eficaz el conocimiento y los datos pertinentes de diversas fuentes. El comité también sugiere establecer fondos para la recolección de datos en zonas de alto riesgo y un proceso para una recolección rápida en caso de derrame, incluso en áreas vecinas no afectadas que actuarán como control.
Los avances en las técnicas analíticas, en particular, en la química del petróleo y del medioambiente y en la ómica, han generado enormes flujos de datos. Se debe crear un repositorio gratuito, central, de acceso universal y depurado para gestionar mejor los conjuntos de datos generados mediante análisis químicos avanzados, técnicas ómicas, estudios geocientíficos (entre otros) y, en especial, estudios de campo y de laboratorio relacionados con los derrames de petróleo.